El Indice de Confianza del Consumidor (CCI) es una herramienta de medición que tiene que ver con la opinión actual de las personas dentro de un país determinado. Esencialmente, el índice de confianza de los consumidores es un medio de una muestra representativa de la población a comprender el sentimiento general actual de la economía y lo que las personas creen que va a pasar con la misma en el corto plazo.
Si la confianza del consumidor es mayor, los consumidores están haciendo más compras, impulsando la expansión económica. Por otra parte, si la confianza es menor, los consumidores tienden a ahorrar más de lo que gastan, lo que provoca contracciones en la economía. Los conceptos que más re relacionan esta definición son la situación actual del mercado de trabajo, y la relación actual entre el ingreso y a fin de mes.
Esencialmente, la estructura para el programa opera basado en una escala de puntos, con una mayor acumulación de puntos que indica que los consumidores están generalmente satisfechos con la situación financiera actual y se sienten confiados en el gasto de dinero en lugar de optar por contener a las compras más importantes.
Los inversionistas, productores, minoristas, bancos y agencias gubernamentales utilizan las diversas evaluaciones de la confianza del consumidor en la planificación de sus acciones. La capacidad de predecir grandes cambios en la confianza del consumidor permite a las empresas medir la disposición de los consumidores para realizar nuevos gastos. Como resultado, las empresas pueden ajustar sus operaciones y el gobierno puede preparar sus políticas fiscales. Si la confianza está cayendo y se espera que los consumidores reduzcan su gasto, en consecuencia la mayoría de los productores tenderán a reducir sus volúmenes de producción.