Un modelo de financiamiento que no revisa el historial crediticio está permitiendo a emprendedores y trabajadores independientes acceder a liquidez, un segmento a menudo desatendido por la banca tradicional.
Para miles de panameños, el acceso al crédito formal es una carrera de obstáculos. La rigidez de los requisitos, la dependencia del historial crediticio (APC) y los largos tiempos de espera dejan fuera del sistema a una parte importante de la población económicamente activa, como emprendedores, freelancers y ciudadanos que han tenido algún tropiezo financiero en el pasado. Sin embargo, una solución innovadora está ganando terreno, utilizando un activo que muchos ya poseen: su vehículo.
El concepto del préstamo con garantía de auto en Panamá se está posicionando como una herramienta de inclusión financiera. Este modelo permite a las personas obtener capital de forma ágil, utilizando el valor de su carro como respaldo, pero sin la necesidad de dejar de usarlo para sus actividades diarias, ya sea para trabajar, llevar a los niños a la escuela o movilizarse por la ciudad.
Una de las firmas que impulsa esta tendencia es Prestasap, una empresa local que ha identificado y respondido a esta brecha en el mercado. Su enfoque se aleja del análisis crediticio tradicional para centrarse en el valor del activo. El sistema financiero actual a menudo castiga a quienes no encajan en un molde específico. Un emprendedor con facturación variable o alguien que superó una dificultad económica no debería ver cerradas todas sus puertas. Modelos como este ofrecen una alternativa legítima y regulada.
Una herramienta para el crecimiento
Si bien muchos recurren a esta opción para solventar imprevistos, un número creciente de usuarios lo ve como capital semilla o de trabajo. Un pequeño empresario puede necesitar comprar inventario para una temporada alta, un contratista podría requerir fondos para adquirir una nueva herramienta, o un profesional independiente podría necesitar liquidez para cubrir sus gastos mientras espera el pago de sus clientes.
En estos escenarios, la velocidad es un factor determinante. La banca tradicional puede tardar semanas en dar una respuesta, un tiempo que puede significar la pérdida de una oportunidad de negocio. Empresas como Prestasap han optimizado sus procesos para dar una preaprobación en minutos y, una vez cumplidos los requisitos y la validación del vehículo, desembolsar los fondos en menos de 24 horas.
Agilidad y transparencia como propuesta de valor
Este modelo operativo se presenta como un punto intermedio entre la lentitud burocrática de algunas instituciones y el alto riesgo de los prestamistas informales. Al operar desde oficinas establecidas y con contratos claros, se ofrece una capa de seguridad y transparencia que es fundamental para los usuarios.
La clave de su agilidad radica en la simplificación: la solicitud se puede iniciar por canales digitales como WhatsApp, la evaluación se basa en el vehículo y no en el historial de crédito, y los términos, como la posibilidad de abonar a capital, son claros desde el inicio.
En definitiva, el préstamo con garantía de auto en Panamá está demostrando ser más que una simple solución de liquidez. Se está convirtiendo en un motor para la microeconomía, permitiendo que más panameños aprovechen su patrimonio para generar nuevas oportunidades, demostrando que la innovación en los servicios financieros es fundamental para un desarrollo económico más inclusivo.