Una de las grandes preocupaciones de los ahorristas, sin importar si se trata de grandes peces o personas que están dando sus primeros pasos en el sector financiero, es que la inflación y la devaluación no impacten en su capital. Esto se ha profundizado aún más gracias al contexto de mayor volatilidad que ha venido asociado con la pandemia de Coronavirus que, por suerte, comienza a pensarse como algo del pasado. En el siguiente artículo te hablaremos de las criptomonedas y cómo pueden ser de vital importancia para combatir estos problemas.
No se puede negar que ni los más optimistas en torno a las criptomonedas podían imaginar que en el 2021 estaríamos todos hablando de este instrumento financiero que nació en el 2009 como una verdadera revelación. Después de todo, se trata de la primera aparición de un recurso 100% digital en los mercados. Pasado el tiempo, y con rendimientos históricos durante el año pasado –justamente cuando el resto de la economía parecía desplomarse sin un punto final- el Bitcoin precio es hoy en día un punto de referencia indiscutible para tomar decisiones financieras por parte de los grupos inversores institucionales y también para los pequeños ahorristas.
En esa misma dirección, para los países emergentes, en especial los latinoamericanos, este tipo de instrumento no solo es una gran opción para obtener rendimientos, sino que se han convertido en una suerte de reparo ante otras cuestiones económicas como pueden ser la inflación o la devaluación. Argentina, por ejemplo, que posee un proceso inflacionario desde hace ya varios años, es uno de los países que más ha crecido en la región en lo que a nuevos inversores en criptomonedas se refiere, ya que las consideran una manera segura de no depreciar los ahorros conseguidos.
Además, cabe destacar que en el mundo ya ha crecido de gran manera la utilización de criptomonedas como medios de pago. En el último tiempo, la venta de inmuebles, coches e incluso paquetes turísticos han permitido que los usuarios puedan pagar con este activo financiero. Los avances técnicos y las mayores medidas de seguridad relacionadas con ellas permiten que se haya naturalizado este medio de pago mucho antes de lo que podríamos haber esperado. En ese sentido, quien recibe las criptomonedas no solo recibe dinero, sino que también cuenta consigo una forma de inversión que puede darle grandes rendimientos.
La fiebre por las criptomonedas incluso ha llegado al punto de que El Salvador se ha convertido en el primer país en legalizarlas como dinero de curso legal, equiparándolas al dólar estadounidense. Esta medida, que entrará en vigencia a principios del próximo mes de septiembre, abre la puerta a otras naciones a imitar esta medida. Lo cierto es que muchas ciudades y empresas ya han tomado decisiones similares, incluyendo a Bitcoin y otras monedas digitales como parte de su ecosistema. Mientras tanto, los inversores y ahorristas latinoamericanos ya saben que en este instrumento tienen una forma de resguardo ante los cambios macroeconómicos.