La aprobación del Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos por parte del Congreso norteamericano, no tiene en nada que ver con la larga discusión de quienes serán los más beneficiados y quienes perderán terreno en el área de competitividad comercial.
La polémica existe desde que se propuso el proyecto a principios de la década pasada, y aunque el Gobierno del Presidente Santos asegura que traerá grandes satisfacciones, la ciudadanía se sigue preguntando hasta donde le sirve este tratado al país y que tipo de beneficios son los que en realidad se verán en los próximos años.
Para el Comercio Nacional se vienen cambios muy buenos ya que el TLC le permitirá a todo empresario colombiano que exporta hacia los Estados Unidos, posicionar cerca de 6.000 productos en el mercado norteamericano sin tener que pagar impuestos arancelarios; situación que no existía hasta ayer y que tenia en marcada desventaja a Colombia frente a México, Chile y Perú que ya tienen estas exepciones por haber firmado este tipo de tratado años atrás.
Pero realmente quienes se beneficiarán con el TLC?
- Los consumidores nacionales y a los americanos, ya que la oferta de productos será más amplia, con mejores precios por la liberación arancelaria y por la competitividad comercial.
- Los empresarios de ambas naciones, ya que no tendrán que volver a pagar impuestos por entrar sus productos, esto les permitirá invertir más en mejorar sus proyectos comerciales.
Los efectos económicos que se visualizan son favorables:
- El crecimiento económico aumentará en 1% anual más de lo que se esperaba.
- Reducción de 2 puntos en la tasa de desempleo.
- Se generarán entre 250.000 y 380.000 puestos de trabajo.
Y como si fuera poco, para la mercancia catalogada como usada, el acuerdo exige garantías muy parecidas a las que son nuevas, de esta manera se proteje aún más al consumidor nacional que tanto temor tiene al comprar productos textiles, manufactureros o del área de electrodomésticos o electrónicos.
Sin embargo los gremios más sensibles son el avícola y el agrícola, ya que han manifestado desde siempre que no tienen la infraestructura ni la tecnología para competir con los productos que llegarán de Estados Unidos, que tendrán un costo menor con atractivas estrategias comerciales y publicitarias…
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