Aunque sean pocas o muchas, las deudas deben ser pagadas para lograr el tan ansiado equilibrio financiero, personal y familiar.
Según Luis Francisco Cubillos, director del Programa de Administración de Empresas de la Universidad del Rosario y especialista en finanzas, existe un práctico y sacrificante plan para salir de deudas.
Para Cubillos, la situación podría resolverse desde dos ópticas distintas:
- disminuyendo el alto nivel de endeudamiento desde el sector financiero
- y/o a partir de estrategias de ahorro en el hogar.
Disminuyendo las deudas:
En el caso de la disminución de deudas con el sistema financiero, podría partir del apoyo del mismo sector y escoger la posibilidad de compra de cartera para consolidar las obligaciones financieras con los bancos, especialmente en créditos de consumo que son los créditos que más contribuyen al endeudamiento.
Cuando se agrupan las deudas en una sola, eso permite en muchos casos buscar una tasa de interés más baja, un mayor plazo de pago de la deuda y manejar un solo crédito.
El resultado sería un alivio temporal en las exigencias del gasto personal o familiar porque se tiene más dinero disponible para responder por el pago de otras obligaciones.
Si parte de las deudas se encuentran concentradas en pagos y costos escolares, el experto recomienda buscar algún mecanismo de financiamiento, bien sea por parte de la entidad educativa o a través de alguna entidad financiera especializada en créditos educativos, situación que podría aliviar también los flujos de caja familiar.
Suponiendo que el endeudamiento alcance límites inmanejables, se podría apelar a la figura de insolvencia personal que se encuentra contemplada en la Ley 1564 de 2012. Esa opción, aunque desesperada, les permite a los deudores o al grupo familiar endeudado buscar fórmulas de refinanciación de las deudas, acuerdos de pago y posibles alivios de procesos juiciosos de pago por parte de los deudores personales.
Ahorro:
Otra opción o un complemento para acabar con las deudas es la reducción de los gastos familiares:
- Disminuir a casi cero los gastos de servicios suntuosos, congelar acciones en clubes sociales, parar gastos de vacaciones, actividades sociales, gastos en restaurantes, de entretenimiento, entre otros.
- Reducción drástica de gastos familiares como teléfonos celulares, televisión por cable, pasatiempos y deportes que demanden altas sumas de dinero, a menos que sea una práctica profesional.
- Evitar el uso de tarjetas de crédito, utilización de cupos de crédito de consumo tanto rotativo como fijo y propender por el uso estricto de efectivo en las operaciones de gasto familiar cotidiano para no tener tentación de gastar más.
- Tratar, en la medida de lo posible, de generar nuevas fuentes de recursos, apelando a actividades extralaborales para recibir mayor remuneración.
- Tampoco hay que descartar los siempre clásicos consejos de ahorro en servicios públicos, dejar el carro en la casa y utilizar la bicicleta o el servicio de transporte público.