El actual mercado de gas natural nacional se define como uno de los más desarrollados de Sudámerica y uno de los principales en lo que respecta a la utilización del recurso como combustible vehicular.
En América, Colombia se destaca en el noveno lugar en la producción de gas natural, con 10.5 millardos de m3, un 0,4% del total mundial; y cada vez son más las expectativas por las reservas de este combustible, aspecto donde también ocupa el noveno lugar, con 4,70 tera pies cúbicos (reservas probadas), un 0,1% del total del planeta. En términos globales los mayores productores y consumidores son Europa y Eurasia con 1.058 millardos de m3 anuales; seguidos de Norteamérica con 810.9 millardos de m3.
Ahora bien, pasando a términos estrictamente nacionales podemos decir que el mercado presenta un alto nivel de posibilidades de desarrollo. La cobertura de hogares actualmente es tan sólo del 47% (unos cinco millones los hogares); a nivel industrial la cobertura es del 40% (3.200 firmas) y a nivel de vehículos es aproximadamente de tan sólo 7% (unos 312.000 vehículos). En cuanto a las reservas, desde 2003 puede observarse un crecimiento paulatino que cortó con una sucesión de años en donde el estancamiento marcó claramente el comportamiento del rubro.
Uno de los principales logros del sector gas en Colombia es el desarrollo que ha presentado el Gas Natural Vehicular. Bogotá, con más de 12.000 conversiones, ha liderado el crecimiento en el país al lograr el 26% del total de 45.580 vehículos convertidos en el último año. De igual forma, se destacan ciudades como Pereira e Ibagué con crecimientos del 23% y del18%, respectivamente.
Al igual que en el caso de la gasolina, Ecopetrol es la empresa estatal líder en producción y distribución. Pese a los buenos rendimientos obtenidos gracias al desarrollo de la industria y los subsidios gubernamentales, la entidad (con la capacidad suficiente como para asumir el rol de cabecilla del mercado nacional) afronta dos grandes problemas: el transporte y la distribución. Sin ir más lejos, a finales de 2009 cuando termo-eléctricas incrementaran levemente su demanda, desabastecieron la zona central y su respectivo parque automotor debido a la incapacidad para cubrir las crecientes necesidades de un sector que día a día demanda más.