Al término del mes de mayo, el Ministerio de Agricultura comunicó una realidad que desde hace meses es evidente y la ciudadanía la está viviendo de forma permanente; no es otra cosa que el alza de los precios en los alimentos que ha encarecido la canasta familiar en todo el país.
Parece que el invierno no da tregua y a la par los que proporcionan la papita, la verdura y las frutas tampoco, ya que por cuenta de la intensa lluvia se han desbordado ríos, derribado puentes, derrumbado montes y colapsado vías, por lo cual se hace muy difícil llegar a tiempo a los lugares de acopio urbanos para poder distribuir a los mayoristas y estos poder surtir los mercados encareciendose así el proceso. De tal manera que todo este temporal ha retrasado no solo la llegada de alimentos a las ciudades, sino que también induce a que se aumente el precio de los mismos ante la escasez y la gran demanda diaria.
Juan Camilo Restrepo, como Ministro de Agricultura, sentenció con la frase “no podemos tapar el sol con las manos” que la situación no solo es difícil, sino que preocupa el hecho de que los precios no solo no bajarán sino que es probable que sigan subiendo; fundamentándose en el hecho de que la escasez no pasa en si porque las inundaciones hayan dañado los productos, si bien se han perdido millonarias sumas en cultivos, hay aún como abastecer las grandes ciudades de forma razonable, el hecho más importante es que las carreteras no permiten la movilización de los camiones que transportan dichos productos; por tanto de ser necesario, seimportarán alimentos para suplir la carencia de ellos, manifestó el Ministro.
En algunas capitales, productos básicos de la canasta familiar como la arveja y el frijol verde se han encarecido casi en un 5o%, lo que ya es bastante preocupante, sin embargo hay que reconocer que se están tomando medidas para frenar un poco las alzas que demanda el transportarlos por vía terrestre, y una de ellas fue prohibir subir el precio de la gasolina durante el mes de mayo; ojalá llegue el día en el que baje y ayudar aún más a que los precios de lo que comemos a diario no cuesten más de lo que debería, o por lo menos mantener las tarifas de los biocombustibles todo el año en reconocimiento a las pérdidas que ha traído el invierno a casi todos los colombianos, sobre a todo a los más vulnerables económicamente y a los que subsisten en el campo…