Por siempre, se sabe que en la costa oeste de Estados Unidos, la lluvia hace que aún sus ciudadanos más comprometidos que han elegido siempre caminar o viajar en bicicleta, de pronto sueñen con subirse a un cómodo automóvil.
Pero como la mayoría no tiene uno, la automotriz alemana BMW identificó una oportunidad de mercado y decidió formar una división de servicios de uso compartido de automóviles, con una flota de 70 coches distribuidos por la ciudad; en un principio en 14 ubicaciones, a las que gradualmente se añadirán otras 100.
DriveNow, que así se llama la unidad de negocio, ofrece a sus miembros del esquema recoger un auto en el centro de la ciudad para hacer el viaje de media hora hacia al aeropuerto a un costo de US$12; teniendo en cuenta que el mismo trayecto cuesta US$40-50 en taxi, la diferencia es notable.
Otro beneficio lo es el ahorro de emisiones: por ejemplo, la flota entera de San Francisco es eléctrica; la reducción de emisiones de vehículos en las ciudades es un elemento central de la idea de la empresa alemana; pero no sólo reemplazando automóviles convencionales por otros eléctricos.
DriveNow está vinculado a otro esquema, ParkNow, que permite a los conductores usar sus teléfonos inteligentes para reservar y pagar por un lugar para estacionar en una ciudad que tiene tan solo 448.000 espacios para estacionar sus 505.000 autos. De ese modo, logra reducir el tiempo que los conductores pierden cuando tienen que dar vueltas para encontrar uno; la lógica de ambos esquemas es simple:
- Si los conductores comparten un auto en vez de tener uno propio, se reduce el número total de vehículos que hay en la ciudad.
- Los autos compartidos que se usan activamente, dejan libres durante la mayor parte del día espacios para aparcar.
- Los coches que son velozmente dirigidos a un espacio libre para aparcar tienen un menor impacto en la congestión vehicular y la contaminación del aire.