Según declaraciones del Carlos Gustavo Cano, codirector del Banco de la República, la actual debilidad de la economía junto con una inflación por debajo del objetivo dan espacio para continuar una política monetaria expansiva y mantenerla por un “muy buen tiempo”.
El Emisor recortó la semana pasada su tasa de interés de referencia en 25 puntos base a un 3,75%, su nivel más bajo desde marzo del 2011.
Cano, considerado por el mercado como el miembro más expansionista de los siete del directorio, destacó la necesidad de mantener el estímulo monetario debido a las actuales condiciones económicas.
El Banco estima que la economía se habría expandido en promedio un 2,8% en el cuarto trimestre del año pasado, para una expansión de un 3,6% en todo 2012, muy por debajo del 5,9% de el 2011 y del nivel considerado como potencial, de un 4,8%.
“Realmente sí hay un espacio (…) un razonamiento desde el punto de vista de la política monetaria bajo los principios que nosotros seguimos indica que realmente sí hay un espacio para seguir una postura expansiva“, dijo Cano en declaraciones a la radio Javeriana.
“No solamente hay espacio para seguir una postura expansiva sino que existe, en mi sentir, la necesidad de continuar con esa postura y por muy buen tiempo”, agregó.
Para 2013, el Banco de la República pronostica un crecimiento de la economía en promedio de 4%, con un balance de riesgos a la baja; “Tenemos que mirar ya no el 2013, eso ya está cantado, mirar cómo va a ser el mundo en el 2014 y actuar en política monetaria para que obtengamos efectos en materia del 2014″, opinó, tras explicar que la transmisión del efecto de los recortes de la tasa de referencia del banco sobre la economía tiene un rezago de entre 12 y 18 meses.
El recorte de la tasa de interés de febrero se decidió de manera unánime entre los cinco miembros de la junta del Banco Central que asistieron al encuentro.
Cano alertó por el bajo nivel de la inflación, que acumula un 2%, el límite inferior de la meta que estableció el Banco de la República para este año, de entre 2 y 4%.
“Es preocupante en la medida de que esa desviación esté combinada con una desviación también del crecimiento del PIB observado con relación a su potencial“, dijo.