Las expectativas de inflación en Colombia continuaron disminuyendo para el 2013, situándose por debajo del punto medio de la meta que fijó el Banco de la República.
Esto sería efecto de la reciente reforma tributaria que redujo tarifas y bajó el precio de la gasolina.
A ello se sumaría la desaceleración de la economía local, que le restaría presiones a la demanda.
El impacto favorable se siente desde enero, mes en que los precios al consumidor subieron un 0,54 por ciento, con lo que se desaceleró en la medición anualizada a un 2,27 por ciento, según el sondeo entre 31 analistas de bancos de inversión, entidades financieras y corredurías de bolsa.
La inflación acumulada en doce meses hasta diciembre del 2012 fue del 2,44 por ciento.
El dato pronosticado para enero estaba por debajo del 0,73 por ciento que reportó en el mismo mes del 2012, pero por encima del 0,09 por ciento que alcanzó en diciembre pasado.
Las estimaciones de los analistas para el primer mes del año fluctuaron entre un 0,31 y un 0,67 por ciento, con un promedio de 0,53 por ciento.
“Hay algunas cosas en el tema de la reforma tributaria que pueden contribuir a un descenso en rubros como el transporte y hubo reducción del IVA para la medicina prepagada y paulatinamente podríamos ver otro tipo de efectos favorables en cuanto a inflación”, dijo Diana Güiza, analista de la firma Corredores Asociados.
En tanto, las expectativas de inflación para el cierre del 2013 cayeron a un 2,90 por ciento, frente al 3,10 que arrojó la consulta de diciembre, situándose por debajo del punto medio del rango que estableció como meta el Banco de la República, de entre 2 y 4 por ciento.
“Es un buen número que va a mantener más presionada a la baja la inflación anual. Hay que empezar a acostumbrarse a una inflación donde no habrá tanta variabilidad“, opinó Diego Camacho, jefe de investigaciones económicas de la correduría Acciones de Colombia.
El anclaje de la inflación ha sido clave para que el Banco de la República pueda bajar sus tasas de interés en busca de alentar una recuperación del Producto Interno Bruto (PIB), que el año pasado habría crecido cerca de un 4 por ciento, casi un punto porcentual por debajo de la meta del Gobierno.
