El Índice de Precios al Consumidor (IPC) presentó en 2009 una variación de 2 %, una tasa inferior al 5,67 por ciento de 2008 y la más baja de los últimos 54 años.
La máxima autoridad monetaria colombiana, el Banco de la República, estableció por aquel entones una meta de inflación de 5% y simultáneamente mantuvo inalterada la tasa de interés en el 10%
Si buscamos las razones que llevaron a conseguir esta histórica marca encontramos en el proteccionismo un gran protagonista. La medida principal fue restringir la importación de productos provenientes de Venezuela, provocando una mayor oferta de productos que se tradujo en un menor precio interno de los mismos.
El informe realizado por el DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística) indicó que cuatro grupos de bienes y servicios presentaron crecimientos superiores al IPC en 2009, los cuales fueron educación (6,3%), salud (4,94%) y vivienda (4,26%).
Los índices de los países limítrofes en 2009 fueron:
- Venezuela: 25.1%
- Perú: 0.25%
- Ecuador: 4.31%
- Brasil: 4.31%, por debajo de la meta fijada para el ejercicio.
El hecho de que la inflación no crezca abruptamente es quizás un buen indicio para el bolsillo popular, pero al igual que el incremento de precios de 2008, no debemos dejar de ver el significado real y posteriores consecuencias que acarrean estos bajos porcentajes. El problema principal radicó en la reducción de la demanda agregada, es decir en la inflación sin alimentos, indicador que muestra claramente como las empresas debieron bajar sus precios al no poder colocar su producción en los mercados.