Mejora de la economía mundial y del consumo interno del país mantiene a Colombia en la senda del crecimiento.
No obstante, la incertidumbre sobre el sector de la construcción, uno de los motores económicos del país, y sobre el futuro económico en Estados Unidos y la Eurozona influirán en el crecimiento colombiano, ahora estimado sobre el 4,3% para 2013, dos décimas menos que la anterior previsión.
Las positivas perspectivas de crecimiento y la reducción de su inflación interanual en el primer trimestre de 2012 reflejan el buen momento por el que transita Colombia; pero estos datos no son tan positivos como cabría esperar, dejando así un regusto agridulce en la economía del país.
A pesar de la disminución de la cifra inflacionaria en cinco décimas entre finales de 2012 y el pasado mes de marzo, el Banco Central de Colombia (Banco Emisor) estima que los pronósticos de inflación para 2013 tomarán “una senda central creciente”, eso sí, inferior al objetivo a largo plazo del 3%.
Asimismo se espera que el crecimiento final del PIB en 2013 sea un 4,3%, dos décimas inferior al previsto anteriormente, si bien el PIB nacional creció un 4% en 2012 (un 3,1% en el último trimestre), al mismo ritmo y tiempo que el consumo de los hogares, que registraba un aumento de cuatro puntos. No obstante, la aceleración vino originada en gran medida por una recuperación de la inversión en construcción de edificaciones.
Las expectativas sobre el sector industrial volvieron a decaer debido al propio descenso del Índice de Producción Industrial en febrero y, en relación con el balance, “la incertidumbre sobre el comportamiento de la inversión es elevada, especialmente la de obras civiles, construcción y edificaciones”, informa el Banco Emisor por medio de José Darío Uribe, gerente general de la entidad”.
Las dudas sobre el sector inmobiliario además se unen al debilitamiento de la confianza del consumidor, que se ha reducido más de un 25% desde la entrada en 2013. Estos datos, junto a las cifras de crédito para el consumo y de comercio al por menor, apuntan a su vez a un debilitamiento del consumo de los hogares en el primer trimestre del mismo año.
En la misma presentación del informe ‘Situación actual y perspectivas de la economía colombiana’, también se hace referencia a los precios internacionales de productos tan importantes para el país sudamericano como el carbón o el café, cuyos precios cayeron desde el año pasado.
Ello probablemente hará que la balanza comercial colombiana decaiga en 2013.
La pérdida de valor de los productos colombianos radica fundamentalmente en la débil demanda mundial, que ha restado dinamismo al comercio internacional y a la producción industrial a nivel global, como indica el Banco Emisor.
A esta situación se le suma el ritmo modesto al que creció la economía mundial durante el primer trimestre de 2013 como consecuencia de la contracción económica que aún perdura en la Eurozona y al moderado crecimiento de los Estados Unidos.
Así, las economías emergentes, con estrecha relación con potencias como China, seguirán liderando el crecimiento mundial, aunque, al igual que Colombia, se prevé que en su mayoría sólo logren mantener el crecimiento ya cosechado durante este año.