El transporte aéreo es uno de los servicios más importantes de la economía colombiana.
En primer lugar, debido a la topografía del país que dificulta la operación de otro tipo de transporte, facilita la integración y la conectividad.
Es esencial para conectar y llegar a algunas de las regiones más apartadas; en segundo lugar, permite la conexión con la economía mundial, hecho que resulta imperativo dada la dinámica de la globalización en el mundo.
En este sentido, el Estado considera el transporte aéreo un servicio público esencial, lo cual pone de manifiesto su papel como un factor vital para el desarrollo económico nacional.
La economía colombiana ha crecido vigorosamente durante los últimos cuatro años, impulsada por las políticas macroeconómicas estables, el crecimiento del comercio y la reducción de los problemas de seguridad.
El sector de la aviación ha desempeñado un rol significativo en el soporte a este fuerte crecimiento económico. El aporte del transporte aéreo al PIB viene creciendo en forma sostenida, lo que lo convierte en uno de los sectores de la economía demás rápido crecimiento, y lo sitúa muy por encima del crecimiento total del PIB que alcanzaría un 4,8% para el año que recien comienza.
El transporte aéreo proporciona un vínculo esencial entre Colombia y la economía global al crear ganancias económicas significativamente más amplias que no existirían en su ausencia.
El fuerte crecimiento económico de Colombia atrae cada vez más viajeros de negocios, la mayoría de estos viajeros requerirán servicios aéreos extendidos, eficientes y confiables.
Las riquezas naturales de Colombia y su vibrante cultura también pueden ofrecer atractivos destinos para los turistas, especialmente en el sector del ecoturismo, de rápido crecimiento.
El transporte aéreo es responsable de más del 85% de los arribos de turistas internaciones a Colombia. Ya ha dado un fuerte impulso al sector, al ser responsable de casi todo el aumento del flujo de turistas desde hace diez años.
El tráfico aéreo internacional desde y hacia Colombia ha crecido en más de un 50% en la últimos años, con una tasa de crecimiento anual que circunda el 15%, muy por encima de la tasa de crecimiento del PIB en el mismo período.
Como Colombia no actúa normalmente como centro neurálgico de tráfico de conexión, las significativas ganancias generadas por el incremento de los vuelos de negocios y placer serán recibidas directamente por la economía colombiana.